Esta obra traza una suerte de parábola invertida, desde los días finales del intelectual ecuatoriano Juan Montalvo hacia sus inicios y años de esplendor: anécdotas de juventud, romances y desconsuelos, sus ideas en torno a la iglesia y contra la dictadura de los presidentes Gabriel García Moreno e Ignacio de Veintemilla, viajes y exilios, un andamiaje reflexivo que se sostiene con ritmo y elegancia.Querejeta acude a supuestos expedientes y papeles hallados luego de la muerte de Montalvo, ordenados y transcritos para su publicación, pero exhibe sagacidad en su construcción narrativa. Aunque es el ilustre ecuatoriano quien dicta apuntes a Agustine Contoux y a su médico de cabecera, el autor le confiere agilidad y viveza a lo que de otra forma no serían más que notas caóticas de un enfermo en su lecho de muerte
RESEÑA
ANHELO QUE ESTO NO SEA PARIS
Esta obra traza una suerte de parábola invertida, desde los días finales del intelectual ecuatoriano Juan Montalvo hacia sus inicios y años de esplendor: anécdotas de juventud, romances y desconsuelos, sus ideas en torno a la iglesia y contra la dictadura de los presidentes Gabriel García Moreno e Ignacio de Veintemilla, viajes y exilios, un andamiaje reflexivo que se sostiene con ritmo y elegancia.Querejeta acude a supuestos expedientes y papeles hallados luego de la muerte de Montalvo, ordenados y transcritos para su publicación, pero exhibe sagacidad en su construcción narrativa. Aunque es el ilustre ecuatoriano quien dicta apuntes a Agustine Contoux y a su médico de cabecera, el autor le confiere agilidad y viveza a lo que de otra forma no serían más que notas caóticas de un enfermo en su lecho de muerte
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