Nadie duda que el activo más importante de las organizaciones es el talento de las personas que las integran. En Consigue tu mejor tú el autor va un paso más allá de esta idea y plantea que son las relaciones humanas las que potencian la eficacia de una organización y son su ventaja competitiva. Según él, la confianza, la transparencia y la humildad son los pilares para construir relaciones que, en el ámbito laboral y profesional, permiten alcanzar tanto las metas colectivas como las individuales. Sin embargo, es en las interacciones entre personas donde también surgen la mayoría de los obstáculos que, de no atenderse a tiempo por falta de liderazgo, pueden llevar de manera silenciosa al fracaso a cualquier organización.